—Pero si Shen Ji Yun lo pensaba detenidamente, ¿no habían estado los dos solos un par de veces ya dentro del juego? ¿Podría considerar esos momentos como sus citas? —de repente, toda su cara se calentó de nuevo al pensar en esa posibilidad. Y luego sacudió la cabeza, pensando lo idiota que estaba actuando en ese momento. Era como si todas sus células cerebrales fueran reemplazadas por burbujas en forma de corazón. Por eso su línea de pensamiento siempre llevaba en esa dirección.
—Si seguía así, tarde o temprano, andaría por ahí con la palabra "Estoy enamorado de Yan Yan" en la frente mientras liberaba un aura rosa dondequiera que fuera —suspiró. Ahora realmente entendió por qué la gente decía que el amor podía hacer a las personas tontas. De todos modos, está dispuesto a ser un tonto. Solo tenía que asegurarse de que Luo Yan no lo considerara uno.
—Pero quizás no sea una muy buena idea —dijo de repente Luo Yan, cortando completamente el hilo de pensamiento de Shen Ji Yun.
