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Los invitados que asistieron a la noche de apertura del Pabellón Yuexing recibieron todos un palco privado en el segundo piso. Como no había muchos invitados y algunos incluso venían acompañados, los palcos privados del segundo piso eran suficientes. Una parte de estas habitaciones estaba abierta para que las personas en el interior pudieran ver la actuación que tenía lugar en el escenario. De esta manera, podrían tener su propia privacidad mientras disfrutaban de las actuaciones en el escenario.