—¿Está realmente bien que el Hermano Ji Yun, el Hermano Ze y la Hermana Yuqi esperen aquí conmigo? —preguntó Luo Yan mientras colocaba el huevo negro sobre la mesa—. Puede tardar bastante antes de que el Pequeño Ancestro eclosione. Podría volverse aburrido.
—Xiao Yan, está bien. Ji Yun y yo estamos tomando casi las mismas clases y te digo, ninguno de los dos tenemos algo importante que hacer ahora mismo. Así que, no nos importa esperar aquí contigo
—Él tiene razón, —acordó Shen Ji Yun.
Estaba sentado frente al conejo. Él realmente quería que él se sentara a su lado. Pero antes de que pudiera ofrecerle dicho asiento, ese gnomo ya había juntado a Luo Yan a su lado. En serio, realmente no podía entender por qué ese gnomo estaba en contra de él desde el primer día.
—Tampoco hay nada importante de mi lado, —añadió Su Yuqi.
—Eso es genial, —dijo Luo Yan, sonriendo brillantemente hacia ellos.
—¿Cómo es que solo les preguntaste a ellos? —Luo Jin intervino de repente.
