—Xu Min, mira aquí. ¡Sí! Eso es. Luego extiende la mano como si quisieras tocar algo que no pudieras sujetar —dijo un hombre a finales de los 20 sosteniendo una cámara en su mano.
El joven al que le hablaba hizo lo que se le dijo. Extendió la mano hacia la cámara. Estaba descalzo. Llevaba una simple camisa blanca y pantalones negros. Algunos botones de su camisa estaban abiertos, mostrando una amplia superficie blanca de su pecho. Un viento soplaba proveniente de un ventilador potente colocado a un lado, ondeando la camisa del joven. Por eso, se podía ver un atisbo de su firme abdomen.