—¿Irme? En cuanto me mueva, apretarás mi mano tan fuerte, mira... estas son las marcas... Bien, arréglate... El desayuno debería estar listo —se giró para salir del dormitorio, pero Su Wei Wei de repente notó los cambios en el entorno, todo era totalmente diferente, aunque seguía siendo blanco, el entorno le parecía familiar a sus ojos y algo que había visto en su pesadilla.
—¿Dónde estamos? —preguntó curiosa, también saliendo de la cama, pero aún estaba débil, así que sus piernas tambaleantes estaban débiles y antes de que pudiera caer al suelo, Huo Shen rápidamente extendió sus brazos y agarró su cintura arrastrándola hacia su pecho antes de colocarla de nuevo en la cama.
—Estás en mi casa y en mi dormitorio, durmiendo en mi cama, vistiendo mi pijama y usando mi cobertor de cama, ¿qué te parece? —Él le dio un suave toque en la frente, ella se veía linda cuando dormía, pero en cuanto se despertaba, sacaba todas sus garras.
—Aaah? Pero... ¿Cambiamos de casa? —Ella frunció el ceño ligeramente, quería levantarse y caminar hacia el balcón para revisar los alrededores pero su cuerpo estaba un poco débil.
—Sí, cambiamos... Primero me voy a arreglar —Él caminó hacia la puerta pero se detuvo cuando la escuchó hablar.
—Tengo que ir a algún lugar... —Tenía que volver a la familia Su, su venganza debía comenzar lo antes posible para poder ser libre y disfrutar del resto de sus años restantes sin preocupaciones.
—Niña pequeña, aún estás bajo mi cuidado y yo soy tu tutor, a partir de hoy, tendrías que decirme a dónde vas y dónde estás mientras estés fuera de esta mansión... Estableceré las reglas adecuadas para ti... —murmuró fríamente, mirándola fijamente, no quería que desapareciera por días sin decir dónde estaba, preocupándole...
Y ahora que la familia Mo quería hacerle un movimiento, entonces tenía que restringirla por su seguridad...
—Entonces mejor no me quedo y te perderás una buena oportunidad de ser curado. ¡Yo no soy el problema, tú cambiaste nuestro acuerdo!... —ella murmuró seriamente, amenazándolo, si quería su libertad, entonces tendría que amenazarlo y vivir según sus propios términos.
—A partir de ahora, he aceptado mi destino y no me importa morir, puedo esperar ese día con orgullo y lo único que tienes que hacer es enterrarme; si no puedes seguir mis reglas, eres libre de irte... —exhaló fuertemente con una actitud indiferente y esto sorprendió a Su Wei Wei.
Hace dos días, él estaba esperando obtener una cura, pero ahora, de repente se rindió. ¿O estaba jugando juegos con ella? Ella rápidamente examinó su cuerpo y las toxinas todavía estaban allí...
—Para para para... Aceptaré esas reglas... —ella no era nadie, y la familia Su la estaba esperando como un buitre, no solo eso, muchos de sus enemigos estaban ahí fuera y necesitaba un soporte fuerte al que aferrarse para su venganza.
Si se mudaba de la mansión Huo y volvía a la familia Su, volvería a ser una sirvienta inferior y todo se repetiría una vez más... No quería repetir su trágico pasado. Estas reglas no eran nada comparadas con sus planes...
—Bien, ahora sí que estamos hablando... —él caminó de vuelta al interior y se acomodó en el sofá.
—¿Cuáles son las reglas? —ella suspiró pero no tenía otra opción, eran solo un conjunto de reglas que tendría que seguir durante los próximos cuatro años, no era fácil, pero tendría que hacer un compromiso.
—Reglas normales, solo estar en casa para las 4, te inscribiré en una escuela, así que tienes que asistir a esas clases, salir de compras, tienes que decírmelo, a partir de ahora serás mi prometida y tendremos una gran fiesta de compromiso en los próximos tres días, eso es suficiente para reunir todo lo necesario, y luego... No quiero que seas calculadora con nada, mantengamos la armonía en esta relación, mejor no enredarnos con otros hombres y mujeres, nos respetamos mutuamente, tú haces tu parte y yo la mía, pero en el momento en que rompas alguna de esas reglas, te echaré de la familia Huo, y más te vale saber, una vez comprometidos, lo siguiente es casarnos y no hay divorcio a menos que quedes viuda... —él no tenía mucho, solo eran reglas normales en cada hogar.