Huo Ting también lo seguía mientras llevaba algunas cosas en sus palmas.
—Buenos días, señor presidente... Huo Ting... —los guardias en el estacionamiento lo saludaron cortésmente, ya que él era ahora su jefe en curso hasta que regresaran a su campamento privado.
—Buenos días, aquí están... —Huo Ting ya los había notificado pero no esperaba que fueran tantos. Esto significaba que Huo Shen consideraba perdonarlo aunque no le había dicho ni una palabra después de aquella larga charla.
—Sí, ¿a dónde se dirigen? —preguntaron educadamente al subirse a los Jeeps que estaban blindados y también hechos de materiales a prueba de balas, seguros ante balas perdidas.
—Voy a mi oficina, no tengo mucho que hacer hoy... —quería ir a su oficina y emitir un comunicado oficial después de este incidente y ofrecer sus 'sinceras condolencias' a las víctimas.