—Uughh... —Su Wei Wei bostezó ruidosamente al abrir los ojos, lo que la recibió fue el techo de su dormitorio y las luces tenues que no hacían nada aparte de decorar, miró el reloj de pared y notó que eran las 5:30 de la mañana.
—¡Rayos! ¡Ni siquiera he descansado lo suficiente y ya es de mañana! ¡Qué mala suerte! Pero, ¡debería estar feliz de estar viva viviendo una vez más! Sí... Un nuevo amanecer, un nuevo día, ¡para nuevos planes! —se consoló a sí misma, intentando siempre mirar el lado positivo.
—¡Buenos días para mí! ¡Tengo treinta minutos para prepararme! ¡Wooh! Treinta minutos... —Saltó de la cama y corrió hacia el baño, se dio una ducha rápida, se limpió los dientes y lo único que no tocó fue su cabello, pero lo recogió de manera desordenada atándolo firmemente después de aplicar aceite corporal.