—Gracias —ella se inclinó y le dio un piquito en los labios antes de lamerse los suyos de manera seductora—. Quería sumergirse en un beso apasionado olvidando que su padre estaba presente cuando una voz la despertó de sus dulces sueños.
—¡Señora! Ya hemos llegado —una voz resonó desde el teléfono móvil arrastrándola de vuelta al asunto en cuestión.
—¡Yo tampoco te abandonaré pase lo que pase! —Feng Jiu también prometió de inmediato con seriedad para asegurarle—. Sabía que no era tan importante en su vida como Huo Shen, tal vez sus sentimientos no eran tan profundos pero nunca la traicionaría.
—Sé que Padre... Siempre me respaldarás, confío y creo en ti, justo como creo en Huo Shen... Ustedes dos no tienen ninguna razón para traicionarme —Su Wei Wei sabía por su vida anterior que Feng Jiu estuvo con ella todo el tiempo sin miedo, y por Huo Shen, ella confiaba en su instinto.
