—Mujeres van allí para rezar y concebir o ser bendecidas con bebés. ¡La madre de Huo Shen había ido allí! —Feng Jiu respondió primero, ya que sabía que estos tipos sabían demasiado poco porque se habían mudado recientemente de los Estados.
—¿Aaahh? ¿Y ocurren milagros? ¿Están pensando lo que yo estoy pensando? ¿Creen que necesitamos investigar este lugar minuciosamente? Porque si es un lugar donde las mujeres rezan por hijos, ¿qué tal si los niños nacidos se venden a estas mujeres desesperadas? ¡Claro, no se hablaría o mostraría abiertamente! —No sabía si estaba sobreimaginando y siendo paranoico o si de hecho sucedían cosas horribles en nombre de la oración.
—Siempre podemos hacer eso, pero por ahora, creo que necesitamos completar lo que tenemos entre manos y luego, mañana Huo Zheng y otros buscarán en ese lugar... —Estaban contra reloj y necesitaban terminar en lo que estaban trabajando.
