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—Él ya está exhausto y todas estas heridas no se verán bien en su rostro ya que mañana es nuestro gran día... Disculpe señorita —Mo Zi Xue era muy inteligente y táctica, sabía cuándo comportarse como un loto blanco y cuándo mostrar sus colmillos, pero lo que no sabía era que ella no era rival para Su Wei Wei. No importa cuántos pasos retroceda, nunca va a superar a Su Wei Wei.
Mo Zi Xue intentó pensar dónde había visto a esa mujer, pero ese rostro le era desconocido —La estaba viendo por primera vez—, y aún desde la distancia, podía ver sus delicadas facciones y su piel de cristal de jade que resplandecía, sumado a eso cabello plateado-blanco, se veía etérea y más hermosa, no le hacía sombra en belleza.
