Al ver la entidad colosal, la tez de Jun Luohua cambió drásticamente. Ya no le importaba el llamado Libro de Siete Colores y rápidamente se dio la vuelta, señaló a los dos Guardianes mediante un mensaje telepático y corrió hacia la distancia.
La dirección en la que huyó era precisamente la del Libro de Siete Colores.
Otros aún creían que Jun Luohua intentaba competir por el Libro de Siete Colores, pero solo Jun Luohua sabía que había perdido todo deseo por él. En ese momento, su único objetivo era escapar.
—Jun Luohua, si yo no puedo tenerlo, tú tampoco podrás —la otrora hermosa cara de Xueqiao ahora mostraba una siniestra y feroz torsión.
Ella había estado contendiendo con Jun Luohua todo este tiempo. Su Han había aparecido de algún lugar, y aunque estaría furiosa si el libro fuera tomado por Su Han, estallaría en ira si fuera tomado por Jun Luohua.
—Si no te vas ahora, entonces muere aquí mismo —dijo Jun Luohua con una expresión oscura.
