—¡Es realmente Sangre de Dragón! —exclamó emocionado.
—Por fin he visto Sangre de Dragón. Si puedo fusionarla conmigo, ¡ascenderé a grandes alturas! —proclamó extasiado.
—¡Debo obtener esta Sangre de Dragón! —gritó determinado.
En el momento en que vieron la Botella de Jade, la respiración de todos se volvió apresurada.
Entendieron que lo que estaba contenido dentro de la Botella de Jade tenía que ser Sangre de Dragón.
Para la gente del Continente Marcial del Dragón, los dragones eran una fe ancestral, un legado que abarcaba un millón de años, eterno e inmortal.
Incluso dentro de las Sectas Superiores, como mucho, poseerían solo una o dos gotas de Sangre de Dragón de Inundación, y era incierto si provenía de un Dragón de Inundación de pura raza.
Aun así, solo se concedía a los verdaderos genios sin igual.
En este momento, ante la Sangre del Verdadero Dragón, ¿quién no se conmovería?
Incluso Su Han, que siempre tenía un corazón insondable, sintió un leve revuelo.
