—Te estarás preguntando por qué te estoy contando todo esto —dijo Jake, sin apartar la mirada de los ojos felinos de Su Jiyai.
—Al principio, tenía toda la intención de matarte. Hubiese sido más fácil eliminarte, pensé que eras solo otro gato callejero irritante y estúpido. Pero luego aprendí algo sobre ti. Algo que cambió mi opinión.
Su Jiyai estrechó sus ojos pero permaneció en silencio, esperando que él continuara.
No estaba del todo convencida de que Jake hubiera abandonado la idea de matarla, pero su repentino cambio de tono despertó su interés.
—Me di cuenta —continuó Jake, su expresión volviéndose pensativa— de que no eres una persona común y corriente—o, debería decir, un gato común y corriente.
Tienes una habilidad única, una que nunca antes había encontrado. Puedes abrir portales. Y no cualquier portal, sino portales a diferentes mundos, especialmente… a un mundo de vampiros.
Jake observó su reacción detenidamente antes de hablar de nuevo.
