Huo Ning tragó saliva con dificultad, luego comenzó con una voz suave.
Ella dijo con una voz vacilante,
—El instituto… eran investigadores, científicos, personas que se hacían llamar doctores. Nos decían que estaban intentando 'arreglarnos', que éramos especiales.
Los ojos de Su Jiyai se estrecharon. —¿Especiales?
Huo Ning asintió.
—Nos decían que habíamos nacido diferentes, y esa es la razón por la que el mundo exterior nos rechazaba. Nos dijeron que podían hacernos más fuertes, darnos poderes, para que pudiéramos sobrevivir en el apocalipsis mejor que cualquier otro.
Había amargura en su voz, como si ahora entendiera las mentiras que le habían alimentado.
—¿Cómo era el lugar? —Su Jiyai presionó suavemente.
Los ojos de Huo Ning se volvieron distantes mientras recordaba los recuerdos.