—¡Maldito seas! —Su Jiyai gritó con ira en su corazón.
—Um... ¿estás bien? ¿Ángel? —Huo Ning preguntó suavemente mientras usaba su meñique para tocar el muslo de Su Jiyai.
La ira de Su Jiyai se redujo a más de la mitad. Tomó una respiración profunda y murmuró en su corazón, "Me encargaré de ti más tarde, sistema. Y para que sepas. Cada vez que me electrocutas y borras mi memoria, descubriré todo pronto. No jodas pensando, tu excusa de 'fue un mal funcionamiento' me puede engañar. Ahora entrégame la píldora Rango-S". En segundos, una píldora azul y brillante se materializó en su mano.
Pulsaba con un suave y cálido resplandor, su esencia portaba un poder restaurador inmenso. Su Jiyai se arrodilló junto a Huo Ning, sosteniendo la píldora cerca de sus labios.
—Esto te ayudará, Huo Ning. Es una píldora curativa. Arreglará el daño por dentro y por fuera.
Los ojos de Huo Ning se agrandaron al mirar la píldora brillante. Nunca había visto nada parecido antes.