Un soldado, en posición de firmes, negó con la cabeza.
—Negativo, Dr. Pan. Hemos peinado la zona donde fue visto por última vez, pero no hay rastro. Es como si se hubiera esfumado en el aire.
El Dr. Pan golpeó la mesa con el puño, haciendo que todos saltaran.
—¡Eso es imposible! Lin Hao es nuestro activo más valioso. Si lo perdemos, toda nuestra investigación será en vano. ¡Debe ser encontrado!
Otra científica, la Dra. Mei, se inclinó hacia adelante, su voz más tranquila pero igualmente insistente.
—Ya hemos alertado a todos nuestros equipos de campo. Se está utilizando todos los recursos disponibles para localizarlo, pero necesitamos más tiempo.
Un general de rostro severo, con los brazos cruzados sobre su amplio pecho, interrumpió,
—El tiempo es un lujo que no tenemos. Si Lin Hao recupera su plena fuerza, no podremos contenerlo. Se convertirá en una amenaza no solo para nosotros, sino para toda la nación.