—Disculpa, no estaba en el salón de baile cuando me buscaste. Busqué un chal para que lo usaras —dijo Henry en voz baja junto a ella mientras se sentaba a su lado.
—Gracias, pero te dije que no tienes que hacerlo. No hace frío aquí.
Es cierto que no hace frío, pero con su vestido descubierto en la espalda, aún estaba agradecida de que Henry le hubiera dado uno.
—Lo sé, pero no quiero que otros hombres se deleiten viéndote. Soy el único que debe ver tu cuerpo. Mi novia es solo para mis ojos.
Él le sonrió dulcemente y entrelazó su mano con la de ella.
Amy no rechazó su acción. Sentía su sinceridad y su sonrisa era genuina. Puede ver que realmente está feliz.
Le resultaba extraño ya que su relación era por contrato y no real, no basada en el amor. Ella se preguntaba si él también se comportaba así con sus anteriores mujeres.
—¿Novia, eh? Así que supongo que es oficial entonces —murmuró ella.
Estaba frotándole el pulgar contra los nudillos cuando suavemente lo levantó y lo depositó en sus labios para un beso antes de responderle.
—Sí, lo es. El abogado estaba en la fiesta y se fue tan pronto como Rei le entregó los documentos.
Amy se sentía relajada por cómo actuaba Henry en ese momento. No podía creer que este hombre fuese el mismo despiadado del que otras personas hablaban.
Parece tan gentil y protector con ella, así que ¿por qué otras personas lo ven de manera diferente? Solo espera haber hecho la elección correcta al quedarse con él.
Como si sintiera sus preocupaciones, Henry soltó su mano y le sostuvo el rostro.
—No te preocupes Amy; tomaste la decisión correcta al estar conmigo. No te arrepentirás, me aseguraré de eso. Pero por ahora, disfrutemos de la fiesta. Las formalidades han terminado y todos ahora disfrutan de las bebidas y la música. Vamos, ¿vamos?
Amy sonrió y asintió, él le plantó un beso en la frente, antes de tomar su mano para guiarla de vuelta al salón de baile.
Tan pronto como llegaron adentro, ella miró inmediatamente hacia el bar para ver si Ash seguía allí sin que Henry se diera cuenta. Se sintió aliviada cuando no lo vio allí.
'Espero que esté bien.'
Ella pidió permiso a Henry para refrescarse antes de volver a su asiento ya que había estado llorando antes. Él instruyó a sus guardias para que fueran con ella.
Amy estaba realmente preocupada por Ash, así que cuando entró al baño de mujeres, se aseguró de que él estuviera bien. Llamó a Mary al instante.
—¿Hola? ¡Es tarde! ¿Por qué interrumpes mi sueño de belleza?
Se notaba en su voz que ya estaba durmiendo cuando Amy la llamó.
—¿Puedes revisar cómo está Ash? Estoy segura de que está borracho. Llama a su casa o a su chofer para ver si está bien.
—[Me llamó antes preguntando por tu novio, a quien obviamente no conozco. ¿Qué está pasando Amy? ¿De qué habla Ash y dónde estás? No pude llamarte antes porque estaba ocupada en el café] —preguntó preocupada.
—Te contaré mañana, pero por favor asegúrate de que Ash esté bien, ¿sí?
Amy le había ocultado todo a su mejor amiga ya que no quería que se preocupara. Además, seguramente la detendría si le informaba a Mary de su plan.
—[Está bien, está bien lo haré. ¡Mejor que tengas una explicación para todo esto! ¡Hasta pronto, nena!]
Menos mal que su mejor amiga la conoce bien. Sabe que ella no haría nada que pudiera dañarse a sí misma.
Amy suspiró aliviada al terminar la llamada y comenzó a retocarse el rostro.
Estaba al final del tocador cuando 3 mujeres entraron.
—Escuché que el Presidente está buscando una esposa para Henry. Quiere que se case y le dé un heredero antes de que cumpla 30 o si no estará en problemas —dijo la primera mujer que entró al baño de mujeres.
—Pero, ¿acaso no presentó antes a su nueva novia?
—No se preocupen chicas; es solo por un corto tiempo. Tendremos nuestra oportunidad de jugar con él cuando haya terminado con ella. Además, saben cómo es, es el tipo que nunca se toma en serio a las mujeres, así que apuesto a que cuando se case solo será por conveniencia y con el único propósito de producir un heredero para el Presidente —replicó la tercera mujer.
Amy escuchó todo lo que dijeron. Sabía que tenían razón pero no podía evitar sentir un atisbo de dolor en su corazón. Solo imaginarse a Henry con otra mujer la enfurece, le da celos.
'Espera un minuto, ¿por qué me siento así? No es como si estuviéramos en una relación real. No es como si me gustara, porque no es así.'
Está tratando de convencerse a sí misma, aunque sabe que está sintiendo algo, algo que aún no puede descifrar.
Amy esperó a que las mujeres se fueran antes de volver con Henry.
Lo encontró hablando con algunos hombres mayores con señoritas a su lado. Estaba de espaldas a Henry y al acercarse al grupo, oyó a los ancianos presentando a sus hijas a Henry como si fueran algún tipo de bienes de lujo.
Esto agitó su temperamento de inmediato, no sabe por qué, pero de repente quiere mostrarles a estas personas que Henry está tomado y que es suyo, al menos por los próximos 6 meses.
Tal vez sea su orgullo o su ego, pero una cosa es segura, no quiere que él juegue con otras mujeres mientras están en su contrato.
—Aquí estás amor —ella suavemente enlazó ambos brazos en la espalda y el pecho de Henry, casi abrazándolo.
Era para mostrarles que ella es la única que tiene permiso de tocarlo.
—Te estaba buscando, lo siento por tardar tanto, tuve que hacer una llamada.
Henry sonrió como un burro, de oreja a oreja al escuchar su voz y sentir sus brazos sobre él. Él entiende perfectamente por qué está haciendo esto e incluso la llama amor.
—Él envolvió su brazo izquierdo alrededor de su espalda, usó su mano derecha para levantarle la barbilla y aprovechó la oportunidad para capturar sus labios.
—Fue un beso profundo y húmedo.
—Las personas que estaban frente a ellos estaban asombradas, ya que sabían que Henry era alguien frío con los demás. Las mujeres suspiraron y los hombres mayores se quedaron congelados mientras miraban a los dos perdidos en su propio mundo.
—Uno de los hombres se armó de valor y carraspeó para traer a Henry de vuelta a la realidad.
—Él se detuvo de inmediato y Amy se limpió la marca de lápiz labial que le había quedado en los labios.
—Todos, les presento a Amelia Bell, mi novia.
—Él presentó a Amy a los hombres que eran algunos de los ejecutivos de su empresa.
—La hija de uno de los ejecutivos le preguntó en un tono burlón.
—¿A qué te dedicas, Srta. Bell? Las novias de Henry suelen ser ricas y famosas, pero no he oído hablar de ti.
—Henry frunció el ceño y estaba a punto de responderle, pero Amy le apretó ligeramente el brazo, diciéndole en silencio que ella se encargaría.
—Soy escritora, pero también dirijo un pequeño café y una finca de café. ¿Y tú, trabajas o quizás tienes un negocio?
—La mujer sonrió incómodamente, claramente molesta por su propia pregunta.
—Había escuchado la conversación de esta mujer con otro grupo antes y sabe que es solo una niña malcriada que depende de la riqueza de su familia.
—Afortunadamente, la música cambió a una balada y Henry interrumpió bruscamente su conversación ya que no le interesaba lo que la otra mujer pudiera decir.
—¡Temporización perfecta! ¿Me concede este baile, mi amor? —Él le extendió la mano y Amy la tomó con una sonrisa.
—Pero esa sonrisa se desvaneció y fue reemplazada por disgusto tan pronto como tomaron su lugar en la pista de baile.
—Henry puede adivinar por qué Amy de repente está de mal humor y eso lo hace sonreír como un idiota.
—¿Estás celosa, 'Mi Amor'? —Amy, que estaba mirando hacia otro lado, finalmente lo miró con una mirada fulminante y levantó una ceja.
—No lo estoy, ¿por qué debería 'Mi Amor'? —Henry se mordió el labio inferior para contener una sonrisa.
—Están usando 'Mi Amor' para burlarse el uno del otro y a Henry le encanta.
«Quizás le gusto», se regocijó mentalmente.
—Entonces, ¿por qué me miras de esa manera? ¿Hice algo mal? —Ella no respondió y desvió la mirada.
Henry no pudo contener su risa por más tiempo y se rió de ella, ella le dio un golpecito en el pecho al ver que él disfrutaba de su irritación.
Él la acercó más y atrapó su muñeca antes de que pudiera asestar otro golpe.
—Haz eso otra vez y te besaré aquí mismo y te agarraré el trasero para que todos lo vean —dijo con una sonrisa burlona.
Amy miró alrededor y vio que ahora estaban en el centro de la pista de baile donde todos podían verlos. Hizo un mohín y bajó la cabeza.
—Dime qué te pasa mi ángel —exclamó—. Usa tus palabras, no entenderé lo que piensas si no me lo dices.
Él quería que Amy se abriera a él. Había notado que ella siempre estaba callada y usaba pocas palabras a su alrededor, aunque era obvio que estaba pensando en muchas cosas.
Quería romper esa barrera entre ellos. Quería que Amy confiara plenamente en él.
Amy dudó pero no quería enfurruñarse por algo tan trivial.
—No quiero que coquetees con otras mujeres mientras estamos en contrato —expresó directamente.
—No porque esté celosa sino porque no quiero que la gente hable de nosotros, especialmente de mí, sobre cómo te portas mal a mis espaldas.
Se justificó aunque en el fondo, siente que hay algo más que todavía no puede entender. O quizás estaba realmente celosa, pero rápidamente descartó la idea.
—Haré lo que dices —le prometió—. Sin embargo, debo exigir lo mismo —añadió—. No quiero que te mezcles con Ash a solas. Sé que no puedes evitarlo y no puedo impedirte verlo, pero estarás acompañada por tu equipo de seguridad cuando estés con él.
Si dependiera de él, no querría que ella lo viera nunca más, pero solo alejaría a Amy cuando está tratando de romper la pared entre ellos.
Amy no rechazó su condición ya que pensó que era solo por seis meses y Ash entendería después de que ella le explicara todo.
Cuando su baile terminó, Henry se despidió de su tío.
—Vamos a casa —declaró mientras llevaba a Amy al coche.
—¿No es esta tu casa? Pensé que vivías aquí ya que me trajiste a tu habitación antes —le preguntó ella.
—Crecí aquí después de que mi madre murió. Esta es la casa del Tío Trev. Me acogió cuando me quedé huérfano —explicó.
Pronto llegaron al coche donde Rei y Tony estaban esperando.