—Quiero compartir contigo todo lo que tengo en este mundo y pasar el resto de mi vida a tu lado. Te amo tanto, Amy, ¿podrías por favor...?
—¡Sí! ¿Por qué tienes que preguntar siquiera? —Amy saltó hacia Henry haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo con Amy abrazándolo sobre él.
—¡Qué impaciente! —Henry rió mientras trataba de levantarse.
—Ahora, ¿dónde está ese anillo? —Henry vio el anillo volar cuando Amy se lanzó sobre él.
—Aquí... —Amy lo recogió y le tendió la mano a Henry antes de darle el anillo.
Henry estaba a punto de ponérselo en el dedo cuando Amy lo detuvo.
—¡Espera!
Él frunció el ceño mientras dirigía su mirada hacia ella, preguntándose qué sería esta vez. Todo lo que quería era ponerle el anillo, terminar con eso y anunciar al mundo que se iban a casar. Pero Amy parecía decidida a retrasar sus planes.
—Dilo de nuevo, todo lo que dijiste antes —Amy exclamó.