Muyang fue arrastrado fuera del dormitorio por la oreja a regañadientes por la vieja dama —¿Crees que eres tan encantador, no te hemos dicho que le des espacio a Chi-Chi y a los niños? La vieja dama tiró de su oreja aún más fuerte.
Muyang era mucho más alto que su abuela, ella era una mujer pequeña, pero no podía usar la fuerza para soltarse de ella. En su lugar, inclinó obediente la cabeza y permitió que ella lo arrastrara hacia afuera mientras él afirmaba —Abuela, no estaba haciendo nada.
—No estabas haciendo nada, claro, vi tu boca por todas partes en ella.
—Abuela, en serio solo le llevé el desayuno y discutimos de negocios —explicó con agravio. Se inclinó aún más y miró a su abuela con ojos de cachorro.
La vieja dama se burló —¿Acaso pensaba que estaba ciega? Discutiendo negocios con los labios juntos.
