Serena y Aiden comían en silencio, la tensión en la habitación era palpable. Serena tomaba pequeños bocados de la comida, casi picoteando su comida como un gorrión, empujando la comida en su plato más que realmente comiéndola. Aiden la observaba con el ceño fruncido, finalmente rompiendo el silencio que los rodeaba.
—¿Cómo subiste hasta aquí? —preguntó él.
—El ascensor. No me atrevería a tomar las escaleras hasta aquí arriba —Serena murmuró mientras Aiden hacía una mueca al mirarla.
Serena miró hacia arriba y sonrió ante la expresión de él, su ánimo se alegró por un momento. —La recepcionista estaba tan asustada cuando me vio caminar que no se atrevió a detenerme. Me hace preguntarme si eres algún tipo de monstruo que cualquiera vinculado a ti automáticamente da miedo. Casi parecía como si fuera a decir que quería comérsela para el almuerzo.
—¿Monstruo, eh? ¿Es eso lo que piensas? —preguntó Aiden mientras tomaba un bocado de su sándwich.