Había otra cita de mi mundo que pensé que debería aplicarse a esta situación. Simplemente no sabía exactamente cómo quería hacerlo.
Miré alrededor a todos los cuerpos y la sangre verde brillante pintando el suelo. —Te hablé sobre la definición de locura, ¿verdad? —le pregunté a la cabeza a mis pies—. Aquí tienes otra para ti: 'Mata al pollo para advertir a los monos'. En este caso, tú eres el pollo, pero si nadie sabe quién hizo el asesinato, entonces no puede haber advertencia.
Volvi a mirar la cabeza y luego nuevamente la sangre. No había olor a quemado, nada que indicara que era ácida, así que tal vez…
Miré alrededor del apartamento buscando algo con qué escribir. Esperaba encontrar un pincel, pero pensé que quizás eso sería pedir demasiado. Revisé todos los cajones y armarios en el pequeño espacio, y lo mejor que pude encontrar parecía un palo realmente largo.
Sacándolo del armario, caminé hacia la puerta principal y me quedé mirando su superficie blanca.
