—¿Luo Huian? ¿Estás hablando de Luo Huian? —preguntó Xu Qiao con una expresión de sorpresa en su rostro.
Fan Meilin se volvió y lo miró con molestia. —¿Cuántas esposas crees que tengo? —Guardó su teléfono en el bolsillo antes de girarse para mirar al Manager Tan. —Entonces, no tengo nada que hacer hoy, ¿verdad?
Su oportunidad en la carrera se la habían dado a alguien más, probablemente al mer que sirvió a Liao Hong la noche anterior o alguna otra noche. Era la manera indirecta de ella de decirle lo que podría conseguir si accedía a sus demandas.
Algo que él nunca haría.
Para Liao Hong, su pasado era algo que podía olvidarse y superarse fácilmente, pero no para Fan Meilin. Tocó su abdomen y recordó el dolor de aquel día, incluso ahora podía sentir la sensación de desgarro que le hizo perderlo todo.