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—Él ya debe haber aprendido a controlar su fuerza —comentó Luo Qingling mientras los dos se detenían frente a una puerta grande, gruesa y altamente protectora—. Pedí a los especialistas que trajeran a Jia Xu al centro de entrenamiento. Si todo salió bien, entonces no debería tener ningún problema para controlar su fuerza ahora.
¡Boom!
Hubo una fuerte explosión dentro de la sala en la que Luo Qingling mostraba plena confianza.
Al oír los estruendos y detonaciones, Luo Huian volteó su cabeza hacia Luo Qingling. Preguntó:
—¿Estás segura de esto?
—Lo estoy —respondió Luo Qingling, aunque también fruncía el ceño ahora—. Esta sala está especialmente construida para que los cazadores rango S despierten con éxito y se acostumbren a su fuerza y nuevas habilidades. No hay manera de que se rompa.
