—Pensé que ese alto nivel de Aura de la Penumbra solo causaba que la gente se infectara por Penumbra y Aura —dijo Luo Huian mientras miraba al niño frente a ella.
Mientras observaba al niño sonriente delante de ella, simplemente le era imposible siquiera imaginar que este niño crecería y se convertiría en un asesino.
—Bueno, de hecho se infectan por Penumbra y Huecos, pero no es necesario que la Penumbra se manifieste tan pronto como toma un huésped, ¿ves? —explicó Xiao Bai—. Por lo que aprendí sobre este mundo, Penumbra y Vacíos pueden tardar años en mostrarse. No hay un tiempo determinado para que ocurra. Puede suceder en cualquier segundo.
—Los asesinos nunca nacen, Huian —suspiró Xiao Hei—. Bueno, algunos simplemente están podridos desde que nacen, pero su crianza también tiene y juega una parte muy importante en ello.
Luo Huian recordó cómo esta chica se paró a sí misma para no hablar de su padre y entrecerró los ojos. Le dijo a Ren Lin —¿Entonces te gustaría venir conmigo?
