—Jaja, no estaba presumiendo. Solo estaba diciendo la verdad —dijo con un aire algo superior Luo Qingling a Duan Jia Xu—. Solo te estaba diciendo que no necesitas estar tan feliz. Conozco a mi hermana mejor que nadie y te puedo asegurar que esto es solo la punta de su bondadoso corazón, solo yo he visto lo que yace debajo.
—¡Tú—Tú, líder del gremio, solo espera! ¡Yo —Yo pronto tomaré la primera posición!
—No puedes porque soy su hermana mayor —se jactó orgullosamente Luo Qingling.
—¿Quién dice eso? ¿Quién demonios dice que la hermana mayor no puede ser reemplazada?
—¡Lo digo yo!
—Está bien ustedes dos —levató las manos e intervino sintiéndose un poco tímida Luo Huian. Por alguna razón, se sentía incómoda y avergonzada. Era como si dos amantes estuvieran discutiendo por ella.
Esto era algo raro y embarazoso. Cerró los ojos y luego les dijo a los dos:
—Más les vale que se preparen. Necesitamos ir a la asociación.
¿Por qué estaban peleando por ella? No era para tanto.