—¿Qué crees que estás haciendo? —Ye Shun estaba furioso mientras arrancaba su mano del agarre de Luo Yeqing. Sus ojos se llenaron de tormenta mientras miraba fijamente a su esposa—. ¿Por qué me tratas así? ¿Solo porque me arrastraron a la comisaría?
No eran ni siquiera tan jóvenes y ella seguía actuando como cuando eran jóvenes adultos. Era verdaderamente angustiante.
—Ah Shun, espero que siempre tengas la cabeza sobre los hombros. Recuerda que eres mi esposo, no deberías hacer algo que no se espera de ti —Luo Yeqing se volvió a mirar a Ye Shun, sus ojos se estrecharon mientras le decía.
—¿A qué te refieres? —Ye Shun la miró con confusión en su rostro. No podía entender ni pies ni cabeza de las palabras que Luo Yeqing le dijo.
¿A qué se refería con esas palabras? Luo Yeqing hizo una pausa. Abrió la boca para hablar pero cuando pensó en cómo destrozaría a Ye Shun si le dijera que la hija que él creía que le pertenecía en realidad era de su amante
