—¡Mi padre no es un tonto! —dijo enojada con las mejillas infladas Pan Delan mientras miraba fijamente a Luo Huian.
Al escuchar sus palabras, Luo Huian miró a la pequeña bola de algodón que saltaba de arriba a abajo, mientras la miraba como si fuera una pecadora. Luo Huian resopló. ¿No es tonto? Se encerró en una habitación con un gas peligroso llenando la habitación. Si él no era un tonto, ¿entonces ella era la tonta que entró a salvarlo?
Si él, renunciando a su vida, no era tonto entonces su acción de rescate era tonta, ¿verdad?
—¿Debería simplemente abandonar a este mer entonces? —murmuró bajo su aliento Luo Huian. Si él era tan inteligente, entonces podría revivirse a sí mismo.
Los ojos de Pan Delan se abrieron de par en par. Escuchó a Luo Huian hablar sobre abandonar a su padre y exclamó:
—¡No puedes abandonarlo! ¡No está en buen estado de salud!
—Huian, ya que has rescatado al mer, más te vale salvarlo —persuadió suavemente Xiao Bai—. Su supervivencia es necesaria para que completes tu misión. De todas formas, parece que fue afectado por las rocas de tristeza que están esparcidas por toda esta ciudad. No creo que este mer hubiera dado ese paso de no ser por ellas.
Luo Huian hizo clic con la lengua. Anteriormente había echado un vistazo a esas rocas de tristeza y tenía que admitir que eran cosas bastante aterradoras. Incluso ella podía sentir cómo su felicidad era succionada de su cuerpo y todo tipo de malos pensamientos quedaban atrás, causándole casi enloquecer.
Afortunadamente, tenía a Xiao Hei y Xiao Bai que la trajeron de vuelta o se habría lanzado del taxi en movimiento.
—No voy a tirarlo. Vamos, llévame a algún lugar donde pueda tratar a tu papá —dijo Luo Huian. Xiao Bai tenía razón, ya que había salvado a este mer, podría también mantenerse en la misión hasta el final.
Cuando Pan Delan escuchó que Luo Huian podía salvar a su papá, sus ojos se iluminaron. Dijo:
—Ven conmigo, tengo un pequeño apartamento en el distrito sur.
Luego bajó por las escaleras del edificio y salió del callejón, Luo Huian la siguió de cerca mientras Pan Delan paraba un taxi.
Lamentablemente, era el mismo conductor de taxi que las había dejado en el edificio donde trabajaba el papá de Pan Delan.
—Tú… —el conductor de taxi miró a Luo Huian y se quedó sin palabras. Miró al mer en los brazos de Luo Huian y preguntó:
—¿Está vivo, verdad?
—¿Quieres comprobar? —preguntó Luo Huian mientras empujaba a Xu SuiSui en los brazos del conductor de taxi, quien estaba atónito por sus acciones. Miró al mer y luego miró a Luo Huian antes de preguntar:
—¿Quién responde así?
—Yo —recogió al mer Luo Huian y resopló—. Si haces preguntas estúpidas, responderé de manera estúpida. ¿Crees que si estuviera muerto, habría parado un taxi? Soy malhumorada, no estúpida.
El conductor de taxi:
—… Quiero perder los estribos pero no puedo.
—Entonces, ¿por qué está inconsciente así? —preguntó frunciendo el ceño.
—Mi papá está cansado —respondió Pan Delan—. Está durmiendo y la hermana Luo lo está cuidando. Esto es lo que se supone que debe hacer, ya que es su trabajo.
—¿Así que esta mujer es una acompañante? —El conductor de taxi miró la hermosa cara de Luo Huian y pareció haber entendido por qué Luo Huian estaba vestida con ropa de matón. ¡De hecho, estaba haciendo un juego de roles para este mer rico!
Deben haberse revolcado demasiado y el mer se cansó.
—Pensar que estos mers ricos tienen un gusto tan perverso. Incluso hizo tal cosa con su hija en la habitación —el conductor de taxi hizo clic con la lengua internamente.
Luo Huian: «…»
Ella tenía la sensación de que este conductor de taxi estaba malinterpretando algo mucho, pero no podía precisar exactamente qué era.
Xiao Bai y Xiao Hei: «…» Es una buena cosa que ella no pueda leer mentes humanas o de lo contrario... este hombre estaría enterrado a diez pies bajo tierra.
Luo Huian… ¿una acompañante? ¡Ella era demasiado orgullosa para hacer tal trabajo!
Si supiera lo que este hombre estaba pensando habría pateado el único árbol en su bosque y asado a mil millones de personas vivas.
—¿Vas a conducir? —Luo Huian preguntó fríamente. Sus brazos le dolían después de llevar al mer en sus brazos. Miró al delgado mer y murmuró en su corazón, «Te ves tan delgado pero pesas más de lo que aparentas».
—Sí —el conductor estaba contento ya que ahora entendía cuál era el trabajo de Luo Huian, miró a la mujer con simpatía y comentó—. Jovencita, no deberías rendirte así… no importa cuán duro sea, no necesitas rebajarte tanto como para servir a mers casados.
La confusión en los ojos de Luo Huian se intensificó. Sin embargo, asintió y dijo, —Lo tendré en cuenta.
Pan Delan también estaba confundida. ¿Qué estaba pasando? Su mente le decía que había causado algún problema pero era demasiado joven para entender el problema.
El conductor de taxi estaba contento de haber hecho entender a Luo Huian. Le dio unas palmaditas en el hombro antes de llevar a los tres al edificio de apartamentos donde estaba ubicado el apartamento de Pan Delan.
Mientras Pan Delan pagaba la tarifa, el conductor de taxi dijo a Luo Huian, —Si quieres un trabajo respetable solo ven a buscarme en Hai San Viajes!
Con eso, se marchó.
Luo Huian, que miraba el escape, no pudo evitar fruncir el ceño mientras preguntaba, —¿Qué he hecho exactamente que se considere vergonzoso?
—¿Aparte de tu cara dura? No tengo idea —Pan Delan le respondió porque ella estaba igual de confundida.