Duan Jingli frunció los labios y dudó al responder, pero Duan Jia Xu no necesitaba una respuesta. Agarró a Duan Jingli por los brazos y declaró fríamente:
—Duan Wen es nuestra hermana pero ni siquiera pensaría dos veces antes de usar nuestros cuerpos y talentos para obtener un mejor trato para su compañía.
—Incluso si solo compartimos la mitad de la sangre con ella, todavía somos familia. ¿Pero alguna vez se ha preocupado por nosotros?
—N—No —respondió Duan Jingli con un ligero temblor en su voz—. Duan Wen no solo era egoísta, sino que también era realmente cruel con ellos. Aunque había muchas cosas que Duan Jingli no entendía, había algo que aprendió bajo su media hermana.
Era —— si eres inútil, no mereces ser tratado como humano.
Duan Wen no solo decía esas palabras sino que las practicaba severamente con los dos hermanos. No les dejaría comer ni una sola comida si no trabajaban.
