Día quince...
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Veronica estaba tomando el ritmo de su técnica de seducción. Bueno, ya no era tan tímida y reacia a acercarse a Nathan como antes.
Cada día, aprendía a actuar de manera natural y juguetona. No quería parecer que sólo estaba obligada a realizar esta misión.
Con ese pensamiento en mente, Veronica estaba dándole a Nathan una sorpresa tras otra. No podía evitar sentirse desconcertado a veces. A menudo perdía la compostura delante de ella. Se involucraba más y más con Nathan a medida que pasaba el tiempo.
Lo besaba. Lo tocaba. Ya habían tenido un encuentro apasionado. Así que no había nada de qué avergonzarse. Tenía que tomar la iniciativa para domar al diablo y ya no se reprimiría.
Era mejor completar su misión lo antes posible. Si tardaba demasiado, temía que Nathan se diera cuenta de algo sobre ella. El incidente de anoche podría levantar más sospechas sobre su identidad.