Día Diez...
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Abigail todavía no podía superar las cosas que escuchó de Bam-Bam. Quería cortar a esa criatura voladora en pedacitos. No reveló lo que sucedió después de esa escena. Ahora se quedó sola preguntándose sobre ese momento. ¿Lo besó o no?
Abigail no sabía cómo enfrentaría a Nathan sin sentirse avergonzada. Fue tan tonta al decirle esas palabras como si se hubiese enamorado perdidamente de él.
¿Realmente pensaba en besarlo porque él es guapo? ¿O su mente estaba simplemente un desastre debido al suero de la verdad? ¿Era ese un deseo oculto enterrado profundamente en su corazón?
Se estremeció solo de pensar en eso. Sacudió su cabeza y empujó los pensamientos no deseados hacia el fondo de su mente.
—Necesito despejar mi mente —dijo Abigail, levantándose antes de agarrar su bolso. Tenía algo de dinero para gastar, dado por el Mayordomo Li.
