Día Tres...
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Aiden y Stephen se inclinaron hacia adelante para ver mejor la foto de Abigail. Los dos examinaron críticamente la foto, especialmente Aiden. Después de un rato, escapó de su boca un fuerte suspiro.
—¡Santo Cielo! Es Abigail Scarlett, ¿cierto? ¡La nueva actriz en ascenso! —Aiden le preguntó a Nathan para confirmar en cuanto reconoció su rostro.
Nathan frunció el ceño por un momento, como si estuviera desconcertado por la reacción exasperada de Aiden. —¿La conoces?
Mientras tanto, Stephen solo los miraba en silencio, sin tener idea de la identidad de Abigail. Entre los tres hombres, solo Aiden estaba muy familiarizado con la actriz.
—No me digas que es una de tus exnovias —preguntó inocentemente Stephen a Aiden, lo que provocó otro profundo fruncido de ceño en Nathan, su boca se torció en desagrado.
Afortunadamente, Aiden inmediatamente negó con la cabeza. —¡Por supuesto que no! Solo escuchaba su nombre frecuentemente de una de mis exes que era actriz. ¡Muchas de las actrices en los círculos del negocio del espectáculo la odiaban!
—¿Por qué sería eso? —Stephen se sintió intrigado.
—Por la competencia. Abigail Scarlett es una nueva estrella en ascenso. Su carrera está en auge últimamente, llevando su nombre a la fama. Por supuesto, se sentían amenazadas por su existencia —explicó.
—Supongo que es la envidia y la inseguridad de las mujeres —añadió Aiden, encogiéndose de hombros.
Nathan y Stephen asintieron con la cabeza al entender lo que quería decir.
—¿Crees que es como esas otras actrices que se metieron en la cama de alguien más solo para obtener más recursos y proyectos? —De repente Nathan hizo esta pregunta que naturalmente vino a su mente.
Aiden estalló en una carcajada al escuchar esa pregunta. Se sintió muy divertido al recordar algo. Aiden movió su dedo índice de izquierda a derecha, diciéndoles que era un gran "No".
—Escuché que ella no es ese tipo de actriz que intercambiaría su cuerpo solo para hacerse famosa y tener el apoyo de gente influyente. Hubo un incidente en que el anterior CEO de la Compañía Shen Tian le ofreció una propuesta indecente para ser su amante, pero ella lo rechazó rotundamente.
—Lo gracioso fue que ella arruinó el trasero gordo de ese viejo al revelarlo a la prensa, destruyendo la reputación e imagen del anterior CEO. Jajaja —Aiden habló espontáneamente con su boca parlanchina—. Es genial, ¿verdad? —murmuró, sus ojos resplandeciendo de diversión.
—Hmm, es una persona interesante, eh —Stephen soltó, frotándose la barbilla. Había una amplia sonrisa en su rostro mientras seguía escuchando a Aiden.
—¡Pero espera! ¿No es ella la que intentó suicidarse hace unos días? ¿Cómo es que se convirtió en mi asignación? ¿Y cómo la conoces tú? ¿Qué quieres que haga con ella? ¿Encontrar la razón por la que se suicidó? —Aiden lanzó más preguntas para que Nathan respondiera.
Stephen también estaba todo oídos en Nathan, preguntándose por qué Nathan tenía los archivos de Abigail. Podía decir que ya había hecho una verificación de antecedentes de la actriz.
—La mujer que Ethan está reclamando como su futura esposa... es ella —dijo Nathan, señalando la foto de Abigail.
Aiden: "..."
Stephen: "..."
Los dos hombres se quedaron sin palabras por un momento. Nunca lo habían visto venir. Pero la verdad es que Abigail era una mujer joven y encantadora. No es de extrañar que Pequeño Ethan estuviera cautivado por su belleza angelical. Pero la pregunta es... ¿cómo conoció Ethan a ella si estaba confinada en el hospital después de su supuesto intento de suicidio?
Como si Nathan leyera sus pensamientos, volvió a hablar para explicar y aclarar las cosas. —Abigail Scarlett afirmó que no intentó suicidarse. Ya no está en el hospital. Ethan y Abigail se conocieron hace unos días. Ethan terminó llevándola a casa. Ahora, ella está alojada en nuestra mansión... con nosotros.
Aiden: "¿¡QUÉ?!"
Stephen: "¿Eh?"
Las declaraciones de Nathan siguieron sorprendiendo a sus dos mejores amigos. Los dos todavía estaban tratando de digerir sus palabras cuando Nathan volvió a tomar su copa de vino, dando un sorbo a su vino.
—Entonces... ¿qué quieres que haga en mi asignación? ¿Separar a esos dos? ¿Hacer que Ethan se dé cuenta de que no están hechos el uno para el otro? ¿Que no pueden estar juntos? ¿Vas a usarme para romper el pobre corazón de mi ahijado? —Aiden dijo dramáticamente.
Stephen solo pudo sacudir la cabeza impotente. Aiden realmente tenía una forma única de ver las cosas. Su pensamiento e imaginación desbordante estaban más allá de su comprensión. A veces, se preguntaba cómo Aiden llegó a ser Ingeniero. Nathan tenía el mismo pensamiento mientras miraba a Aiden incrédulo.
—Necesito tu experiencia en tratar con mujeres. Hazte amigo de ella y averigua si tiene algún motivo oculto para acercarse a Ethan y a mí. Aunque ya investigué cómo se conocieron, todavía tengo este presentimiento molesto de que ella no es una mujer ordinaria y que me huele a problemas. Es muy sospechosa —Nathan confió en ellos.
—¿Qué te hace pensar que es sospechosa? —preguntó Stephen a Nathan con curiosidad.
Nathan se quedó en silencio por un momento. Su expresión se endureció al recordar el incidente de la noche anterior, así como la declaración del Mayordomo Li y el metraje de la CCTV.
—¿Cómo puede una simple actriz escapar de una habitación donde estaba encerrada y lograr moverse libremente por la instalación que tiene un sistema de seguridad de alto nivel sin ser atrapada por guardias ni por las cámaras CCTV? Incluso logró recortar y eliminar el metraje original.
Nathan les dio información breve sobre lo que le pasó ayer, omitiendo la parte del 'sueño'. Simplemente les contó la razón por la que Abigail fue llevada a su centro médico privado, el cual era gestionado por Sifiruz.
—¿Eh? ¿Abigail Scarlett hizo todo eso? —Aiden exclamó desconcertado. No podía creer que ella fuera capaz de hacer esas cosas. ¿Era una espía?
—Estoy comenzando a gustarme de ella. Es genial —murmuró Stephen, soltando una suave risa—. Parece que mi ahijado tiene buen gusto en cuanto a mujeres —añadió, elogiando a Ethan. Nathan no hizo más comentarios sobre las observaciones de Stephen.
Aiden, por otro lado, levantó su puño y dijo:
—¡Déjalo en mis manos, Nate! Intentaré ganarme su confianza y encontrar sus secretos. ¡Es una tarea fácil para mí! Como dijiste, tratar con mujeres es lo mío —Aiden estaba muy seguro de sí mismo.
—Nate, ¿quieres que comparta contigo algunos consejos sobre cómo puedes hacer que ella hable y revele sus secretos y deseos más profundos contigo? —Aiden habló de nuevo con una sonrisa traviesa en su rostro.
Nathan simplemente arqueó una ceja mientras apretaba los labios. No estaba interesado en escucharlo ya que sabía que Aiden solo hablaría tonterías.
Fue Stephen quien respondió en su nombre:
—Vale, cuéntanos.
Con una expresión tonta en su rostro apuesto, Aiden sacó un objeto de su bolsillo trasero:
—¡Usa esto! —Aiden les mostró unas esposas metálicas—. Esta es la debilidad de las mujeres —añadió, guiñándoles un ojo a sus mejores amigos.
—Caramba, Aiden. Tienes un fetiche... —Stephen no terminó su frase, solo mirando a Aiden con incredulidad.
Aiden estaba a punto de decir otra palabra cuando fue interrumpido por una almohada de sofá voladora. ¡Nathan había lanzado la almohada directamente a la cara de Aiden!
—¡Ay! —Aiden gruñó—. ¿Por qué no me crees? ¡Lo prometo... es efectivo!
[ En Villa Sparks… ]
Abigail se aburría de no hacer nada mientras se hospedaba en la mansión. Bam-Bam había desaparecido de nuevo y ella no sabía cuándo aparecería de nuevo. Simplemente surgía de la nada como un fantasma. Muy impredecible.
Sin alguien con quien hablar, pasó su tiempo pensando en qué haría a continuación. Nathan no estaba cerca, así que no tuvo la oportunidad de interactuar con él. Se preguntaba dónde habría ido ya que aún no había regresado. Inconscientemente, estaba esperando a que el diablo regresara a casa.
Al final, decidió no salir de su habitación y tomar una siesta. Su cuerpo todavía se sentía débil debido a los efectos posteriores de su úlcera gástrica.
Afortunadamente, el medicamento recetado por el doctor ayudó a aliviar el dolor. Pero se sentía somnolienta debido a su efecto. Después de luchar contra el sueño durante varios minutos, Abigail finalmente se quedó dormida.
*Unas horas más tarde*
Se oyó el leve chirrido de la puerta al abrirse. Alguien estaba entrando en su habitación en silencio y con cautela, pasos acercándose a su cama.
Una gran figura se inclinó de repente, sosteniendo las manos de Abigail. En su estado de somnolencia, intentó abrir los ojos cuando sintió el frío metal atando sus muñecas.
—¡Clic! ¡Clic!
La somnolencia se disipó al instante cuando sus ojos esmeralda se encontraron con sus ojos azules escrutadores. —¿Nathan???
Estaba a punto de sentarse bien sólo para descubrir que sus manos estaban atadas con esposas metálicas sobre su cabeza. —¡Qué demonios!— maldijo interiormente.
Tiró de sus manos mientras miraba fijamente a Nathan. —¿Qué crees que estás haciendo?— gritó ella enojada.
Los labios de Nathan se curvaron en una sonrisa diabólica pero seductora y dijo:
—Haciendo que confieses.
Antes de que pudiera quejarse más, Nathan ya había cerrado sus esposas al cabecero de la cama.
—¡Qué demonios!