Día Veintiocho…
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Nathan no sabía qué decir. Aunque ya esperaba una conexión entre Stephen y Phantomflake, le resultaba extraño escucharlo de la boca de su mejor amigo.
No sabía cómo reaccionaría. Odiaba a Phantomflake pero Stephen era su mejor amigo. Nathan cerró los ojos fuertemente e inhaló profundamente. Necesitaba calmarse.
En lugar de juzgar a Stephen, tenía que escuchar su historia para poder entender por qué quería proteger a Phantomflake.
No importaba cuál fuera su historia, no se dejaría influenciar por su mejor amigo. Su odio hacia Phantomflake nunca cambiaría, ya que ella fue quien mató a la mujer que amaba.
—¿Cómo la conociste? —preguntó Nathan fríamente a Stephen, clavando en él su penetrante mirada.
Stephen suspiró hondamente. —Fue un encuentro casual... hace cinco años. La conocí en el extranjero... cuando me salvó la vida de unos gánsteres.
—Casi me golpearon severamente si no hubiera sido por su intervención —agregó.