Día Veinticinco...
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Abigail dejó a Espada en un trance profundo. Se sintió muy satisfecha después de amenazar al hacker de la Mafia Dragón Rojo. Tenía que admitir que Espada y Rosa Negra trabajaron bien en equipo ya que lograron infiltrarse en el sistema de seguridad creado por SizzlingAugust08.
Pero parecía que Nathan ya no estaba tan activo, ya que Ethan era quien usaba su antigua cuenta.
Asegurándose de que Espada no la siguiera, Abigail aceleró el paso, mezclándose con la multitud. Sacó su teléfono y revisó el mensaje de Aiden. Aiden le dio la dirección de su villa privada.
Veinticinco minutos después, Abigail llegó a la villa privada de Aiden. Su mayordomo, Izekiel, fue quien la recibió en la puerta.
—Por aquí, Señorita —Izekiel la guió adentro. Aiden le había recordado a su mayordomo que tratara a Abigail con el máximo respeto, así que Izekiel la llamaba Señorita. Sin embargo, sonaba tan formal que Abigail no estaba acostumbrada a que la llamaran así.
