Día Veinticuatro…
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Para continuar pretendiendo, Nathan todavía llevaba la misma ropa que tenía después de ducharse. Se acostó al lado de Abigail pero se aseguró de distanciarse de ella. ¿Quién sabe si su bestia hambrienta despertaría de nuevo?
Cerró los ojos pero su mente aún estaba ocupada con los acontecimientos de hoy. El cuerpo de Phantomflake fue llevado. Estaba enfurecido porque no pudo controlar su ira.
En su momento de desesperación, ¿quién hubiera pensado que Abigail podría consolarlo? La manera en que cuidó su herida y la preocupación sincera en sus ojos tocó su corazón.
Entonces de repente la vio llorar. ¿Estaba llorando por él? Pensando en eso, se encontró besándola. Lo que ocurrió entre ellos no fue un error.
Lo hizo porque quería hacerlo como si fuera el instinto de su cuerpo. Quizás se dejó llevar por la preocupación genuina de Abigail por él.
