Día Catorce…
—Jack no podía creer que se había dejado atrapar por esta extraña mujer. Se suponía que debía dejarla sola. Pero después de ver sus lágrimas hace un rato, se mostró reacio a abandonarla.
Sus emociones eran inestables, por lo que pensó que sería vulnerable sola. ¿Y si algún mal tipo se aprovechara de ella? Con su conciencia, no podía dejar atrás a esta guapa señorita.
Kathleen continuó engullendo su cerveza hasta emborracharse. Habló mucho, expresando sus sentimientos con Jack, el hombre al que acababa de conocer esa noche.
Jack solo giraba el vaso de su whisky mientras escuchaba sus sentimientos. Ella se reía pero al mismo tiempo, lloraba.
—Yo… lo quiero… desde hace mucho tiempo. Pero no tuve el coraje de decírselo. Se lo oculté durante diez años.
—¡Intenté verme bien e impresionarlo todo el tiempo! Pero nunca se fijó en mí.
Kathleen simplemente continuó hablando mientras bebía sus cervezas. Jack intentó detenerla pero ella era muy terca. No quería escucharlo.