—Tan pronto como Fu Yu Shen dijo esas palabras, los ojos de Wu Genji se tornaron rojos mientras lo miraba con una mirada afligida y sollozó como una mujer frágil —Tercer maestro Fu, sé que a ti y a tu cuñada no les caigo bien, pero no tienes que llamarme inhumana de esa manera, ya he dicho que no tengo malas intenciones. Luego se volvió hacia Jiang Mingjin cuando él cerraba la puerta detrás de él y preguntó, —Joven maestro, ¿acaso no parezco humana? Acércate y tócame, ve si no soy humana o no.
—Ver llorar a una joven hizo que el corazón de Jiang Mingjin se ablandara y se volvió para mirar a Fu Yu Shen con una mirada acusadora mientras decía —Maldición hombre, ¿qué te pasa? ¿Estás tan paranoico después de escuchar las tonterías de ese hombre? ¿Cómo puedes decir palabras tan crueles a una chica tan linda como ella?
—Jiang Mingjin no tomó en serio las palabras de Fu Yu Shen en absoluto, la chica detrás de él era tan joven y frágil, ¿cómo podría lastimarlo?
