Song Yan se dio vuelta con una sonrisa incómoda, su mirada se encontró con la de Wu Jin, quien la miraba con una expresión de sospecha en sus ojos. Interiormente, soltó un suspiro de alivio, por un segundo pensó que era Wu Qinfan, si esa estafadora la hubiera seguido, habría tenido problemas serios para explicarse.
Afortunadamente, su suerte ya no era tan mala o de lo contrario, podría haber sido acusada de cosas realmente extrañas por la Madre Wu y Wu Qinfan, al menos Wu Jin era ligeramente más racional en comparación con esos dos.
Song Yan actuó como si hubiera entrado en esa habitación por error y dijo con una sonrisa —Tu casa es realmente muy grande, tercer maestro Wu... Casi me pierdo buscando una salida de este piso.
