—¡Ehuang!
—¡Oh Dios mío, estás bien?
—¡Mocoso! ¡Les dije que no huyan sin mí!
Song Yan acababa de ayudar a Fan Ehuang a bajar al suelo cuando Mei Xing y los demás corrieron a buscarlos, ya que tenían con ellos el talismán guía, no tuvieron muchos problemas para encontrar a Song Yan y a Fan Ehuang. Por otro lado, era Fu Yu Shen, quien nunca había cuidado niños, quien estaba teniendo dificultades para cuidar a cuatro mocosos que no le harían caso aunque les gritara.
Mei Xing fue la primera en llegar junto a Fan Ehuang, echó un vistazo a la herida en la espalda del hombro de Fan Ehuang y jadeó. La carne que había sido mordida ya estaba pudriéndose y como si el fantasma dejara algún tipo de parásito invisible en el cuerpo de Fan Ehuang. La carne alrededor de la herida se estaba pudriendo a un ritmo inexplicable haciendo que otros temblaran, ¡realmente era asqueroso y aterrador de ver!