—¿Abuelo, qué...?
Apenas había sacado dos palabras cuando su madre, que estaba parada junto a su cama, se lanzó sobre él y comenzó a llorar como si ya estuviera muerto. Lo abrazó tan fuerte que Wang Yufan pensó que iba a morir por asfixia, él palmoteó la espalda de su madre mientras su rostro comenzaba a tornarse púrpura ahogándose. —Tiempo... Ti... Tiempo fuera, madre.
El Maestro Wang vio que el rostro de su hijo se estaba tornando más pálido de morado y rápidamente jaló a su esposa hacia atrás mientras le hablaba suavemente, —Va a morir si sigues abrazándolo así, dale al menos al chico una oportunidad para respirar