En el país Y, Fu Yu Sheng, que acababa de terminar de manejar una reunión, regresó a su oficina. Estaba cansado después de tomar tres reuniones consecutivas, pero era necesario, las cooperaciones Fu estaban en una fase complicada, en cuanto termine de manejar esta situación, las cooperaciones Fu se convertirían en la más influyente de las cuatro familias principales del país A.
Fu Yu Sheng esperaba tener un pequeño descanso, pero en cambio, cuando entró en su oficina y fue a cerrar los ojos, su descanso fue perturbado por el constante timbre y sonido de su teléfono celular.
—¿Qué sucede? —preguntó, su voz ronca por la falta de sueño y agua, Fu Yu Sheng esperaba que su anciano mayordomo, a quien había dejado en la casa para cuidar de su abuelo y su hijo, tuviera algo importante que decir, ¡de lo contrario no dejaría en paz a este anciano!
—Segundo maestro, segunda dama - ¡la segunda dama se escapó de casa! Incluso se llevó al joven maestro con ella. Incluso dijo que ya te lo había contado y —el viejo Mayordomo Zhang habló como un tirador en cuanto abrió la boca, sus frases parecían interminables y su voz histérica sonaba bastante similar a la de un pollo, lo que hizo que Fu Yu Sheng frunciera el ceño.
—¿Se escapó? —en ese momento, el hombre de aspecto reservado se sentó derecho, mientras pellizcaba el puente de su nariz sobre el cual descansaban sus gafas con montura dorada, haciéndolo pareces como un escoria decente —¿qué es este nuevo escándalo de ella?
El Mayordomo Zhang se secó el sudor y respondió casi inmediatamente —La segunda dama dijo - ella dijo que se enteró de tu aventura y ya no quiere quedarse en casa y convertirse en un obstáculo para tu felicidad.
Fu Yu Sheng levantó sus gruesas cejas, sintiéndose completamente sin palabras —¿aventura? ¡Ni siquiera tenía tiempo para cuidar una, de dónde iba a sacar tiempo para manejar otra? ¡Ella sola ya era suficiente para mantenerlo ocupado!
—Dile que lo siento, por no haber ido a ver cómo estaba. Y que no hay otra mujer, estaba ocupado y no vi los mensajes que envió Fu Rong —aunque Fu Rong no le dijo que Song Yan estaba en coma, en cambio, se quejó de que Song Yan solo estaba tratando de crear drama por nada.
Y el Mayordomo Zhang estaba ocupado cuidando de Song Yan, él era un anciano pero él era el responsable de ir y venir al hospital para cuidar las necesidades de Song Yan, buscar una criada decente para cuidar de su segunda dama. También era responsable de llevar la comida de la enfermera de la segunda dama al hospital ya que los otros sirvientes, bajo las instigaciones de la joven señorita y el tercer maestro, a menudo acosaban a la segunda dama. Él no se atrevería a dejar el asunto en sus manos. Así que no pudo contarle a Fu Yu Sheng la verdad del asunto a tiempo.
Aunque el Mayordomo Zhang cambió el grupo de sirvientes una y otra vez, no podía hacerlo siempre y Fu Yu Sheng estaba demasiado ocupado para seguir protegiendo a Song Yan, solo cuando ella levantara la cabeza y enfatizara su importancia y posición, el acoso cesaría, pero Song Yan era demasiado tímida y Fu Yu Sheng no tenía paciencia, a menudo le pedía al Mayordomo Zhang que cuidara de ella, pero él no podía siempre tratarla como a una niña cuando ella no luchaba por sí misma.
—Pero la segunda dama bloqueó mi número. ¡No puedo llamarla y ella no escucha! —El Mayordomo Zhang quería que su segunda dama dejara de ir con cualquiera y todos, pero nunca quiso que ella fuera en contra de él también. ¡La había tratado tan bien! ¿Por qué ella lo trataba así?
Fu Yu Sheng frunció el ceño y luego dijo —de acuerdo, lo entiendo —con eso canceló la llamada y tocó su teléfono para llamar a Song Yan pero entonces su teléfono sonó de nuevo mientras terminaba de cargar todos los mensajes. Para su sorpresa, el mensaje era de Song Yan, un poco atónito, tocó en él y lo que leyó y escuchó lo dejó petrificado.
—Maestro Fu, estos archivos... —Asistente Yan, que entró en la habitación de Fu Yu Sheng con archivos en sus manos, se detuvo cuando vio a su jefe sentado en su silla luciendo completamente desconcertado. Sorprendido por la vívida expresión de su estoico jefe, el Asistente Yan no pudo evitar preguntar —Maestro Fu, ¿está todo bien?
Fu Yu Sheng, que estaba mirando la pantalla de su celular, levantó la vista y dijo ligeramente —mi esposa se escapó con mi hijo y mi hermana se ha descarriado.
Asistente Yan —... ¿perdón, qué?