Fu Yu Sheng no sabía qué hacer, pero aún así hizo lo que sus instintos le decían, extendió sus brazos y abrazó a Fu Chen, quien comenzó a patear y a armar un alboroto mientras lloraba a mares, pero sin importar cuánto ruido hiciera, Fu Yu Sheng continuaba abrazándolo. Tan pronto como tomó a su hijo de siete años en brazos, Fu Yu Sheng recordó la sensación perdida hace mucho tiempo que había estado extrañando, la única vez que podía abrazar a su hijo era cuando nació y la siguiente fue cuando se enfermó —incluso entonces no pudo abrazar a Fu Chen por mucho tiempo porque llegó al país ocultando su llegada a la familia Song, pero alguien de los sirvientes le contó a Song Lan, y entonces ella armó un escándalo con su padre quien a su vez lo llamó y amenazó con que si no se iba volando en una hora, aseguraría de arruinar a las Corporaciones Fu.