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—¿Vamos a dejar a ese hombre así? —preguntó Fu Rong, que todavía temblaba.
—¿Por qué? ¿Te preocupa? —preguntó Song Yan mientras sonreía levemente.
—¡No es eso! —exclamó Fu Rong de repente, interrumpiendo su hilera de pensamientos—. Quiero decir que ese hombre claramente intentó forzarse sobre mí e incluso quiso matarme, ¿por qué lo dejamos así? ¿No deberíamos haber llamado a la policía y haberlo arrestado?
—No tienes que preocuparte por él —tarareó Song Yan y luego tomó a la derecha hacia la Mansión Fu—. Y si hubieras llamado a la policía, seríamos nosotras las que habríamos sido llevadas a la comisaría en lugar de los dos hombres.
—¿Por qué? —los ojos de Fu Rong se agrandaron mientras articulaba un sorprendido.
—Song Lan es alguien que no cometería un error de tan bajo nivel como dejar a dos hombres que tienen tantas pruebas en su contra —tocó el volante Song Yan—. Haría todo lo posible para cortar el problema de raíz antes de que florezca... y para eso, haría cualquier cosa.
—Ambos matones estaban malditos por el talismán de la plaga de la muerte —recordó Song Yan cómo todos los que conocieron o se familiarizaron con Song Lan en su vida anterior terminaban con muertes desafortunadas de manera misteriosa, le llevó mucho tiempo entender cómo Song Lan podía hacerlo—. Mientras ese talismán esté pegado a sus cuerpos, los espíritus malignos los encontrarán, los desgarrarán en pedazos y se los comerán. Son las tres de la mañana, y ahora los espíritus malignos son los más fuertes, me temo que para mañana por la mañana no quedará ni siquiera los huesos de esos dos matones, pero tal vez si tienen suerte, los espíritus podrían dejar sus cuerpos medio comidos en algún lugar para que puedan ser enterrados. Si no me equivoco, el matón inconsciente podría estar siendo devorado en este momento, ¿quieres explicar por qué estabas parada en medio de un oscuro callejón con un cuerpo masticado?
—Ya llegamos —la voz tranquila de Song Yan interrumpió sus temblores cuando señaló la Mansión Fu—. Me temo que hasta aquí es donde puedo llevarte, las luces aún están encendidas, podrían estar esperándote y si no me equivoco, Song Lan podría estar armando un gran espectáculo allí. Si voy contigo, me temo que terminaré vomitando por todo el suelo, así que... piérdete.
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Fu Rong... De alguna manera extrañaba a su antigua cuñada.
Sin embargo, al final, hizo lo que Song Yan le pidió y cuando se bajó había un brillo decidido en sus ojos como si estuviera a punto de ir a la guerra. Song Yan notó ese brillo oculto y detuvo a Fu Rong para que no se precipitara y se metiera en una pelea de gatas con Song Lan. —No vayas y te pelees con Song Lan.
—¿Por qué? —frunció el ceño Fu Rong, fue maliciosamente engañada por Song Lan y aún así Song Yan le pedía que se quedara quieta, ¿por qué debería hacerlo?
Song Yan entendió lo que estaba pasando por la cabeza de Fu Rong y sonrió con malicia mientras golpeaba con el martillo llamado realidad. —¿Tienes alguna prueba de que Song Lan fue quien te metió en ese lío?
Fu Rong, que obviamente estaba llena de espíritu de lucha, se desinfló instantáneamente al mirar a Song Yan sorprendida. Al verla así, el labio superior de Song Yan se curvó. —No lo tienes... y recuerda que Song Lan nunca te atacará de frente, siempre atacará cuando le des la espalda, si yo fuera tú jugaría a lo seguro porque tengo otras cosas que hacer que hacer de tu niñera.
Después de decir esto, Song Yan cerró la ventana de la furgoneta y se alejó, ya era suficientemente tarde, si no llegaba al cementerio antes de las cuatro sería problemático encontrar la formación, quién sabe qué tipo de trampas y guardias esa pareja de madre e hija habrá puesto allí.
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Cuando Song Yan llegó al abandonado cementerio, notó que todo el lugar estaba completamente desolado y estaba tan alejado que ni siquiera se podía considerar una parte del pueblo, no es de extrañar que nunca encontró las formaciones en su vida pasada, nunca habría pensado que Song Lan y su madrastra llegarían tan lejos sabiendo cuánto amaban su comodidad. Pensó demasiado estrechamente y eso se le volvió en contra.
Fang Yanli, que flotaba a su lado, escudriñó el área con sus oscuros ojos y siseó. —Pensé que este lugar no era tan peligroso, pero parece que tendremos que perder un poco de nuestro tiempo aquí, la cantidad de fantasmas mutilados es realmente demasiado, parece que antes de que la gente aquí lo convirtiera en el cementerio, era un basurero de cadáveres en masa, los cuerpos de estos fantasmas fueron comidos por perros y algunos fueron asesinados injustamente, llevan muchas pesadas quejas.
Sin embargo, para Song Yan este cementerio no era menos que un campo de juego, sacó un manojo de talismanes para capturar fantasmas y sonrió. —Iba a terminar esto rápidamente, pero si son tan amables de entregar sus cabezas para ayudarnos a subir de nivel de cultivación, no voy a decir no a sus amables consideraciones.