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Nota del autor: La protagonista se volverá aún más fuerte en el futuro, habrá ligeras fluctuaciones en su carácter pero luego será ella quien tome las decisiones mientras el protagonista masculino se arrastra a sus pies pidiendo perdón. Por favor, denles alrededor de 130 capítulos o algo así para verlo.

En un templo frío y desolado, se escondía una habitación exquisita. Para otros, este templo estaba embrujado pero para Song Yan, que pasó quinientos años como fantasma, no era nada, ya se había acostumbrado a su oscura y sombría figura que olía tan mal que nadie se atrevía a acercarse a su escondite.

Solo su maestro que la acogió estaba dispuesto a acercarse a ella, durante quinientos años permaneció con la familia Gu, que se consideraba una de las familias más prominentes del mundo celestial. En estos quinientos años, Song Yan había olvidado cuántos maestros había tenido: algunos eran amables, otros crueles, algunos ambiciosos mientras que algunos neutrales.

Sus maestros cambiaban continuamente, lo que no cambiaba era el anillo del alma, en el que su espíritu estaba atrapado siendo pasado de un heredero a otro. Su primer maestro le prometió un nuevo comienzo pero su ira era demasiado furiosa y demasiado intensa para ser controlada.

Debido a que murió llena de agravios, su espíritu estuvo mucho más cerca de convertirse en un espíritu malévolo, si no fuera por su maestro, ya habría perdido su conciencia y se habría vengado de su media hermana que la mató al arrebatarle su 'fortuna'. Fu Yusheng era suyo y el título de 'ama' de los Fu también era suyo pero ¡Song Lan se lo arrebató todo!

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Solo pensar en ello hacía que su aura cayera y su ya oscura figura humeante se volviera tan oscura como la tinta, sumergiendo su figura en la oscuridad de la noche.

—Tos, sigues siendo la misma Yan —dijo su maestro Gu Yijjn mientras tosía—, ella ha acompañado a Song Yan desde que era una niña. Su padre dejó a Song Yan a su cuidado, le dijo que si había algo que no pudiera enfrentar entonces podía llamar a Song Yan, cuyo alma estaba atrapada en el anillo espiritual, como su maestro, Gu Yijjn tenía todos los derechos para controlar a Song Yan.

Sin embargo, Gu Yijin trató a Song Yan más como una amiga que como una herramienta, como lo hizo su padre. Song Yan era un espíritu oscuro y su venganza tampoco era pequeña, incluso después de quinientos años, su alma seguía siendo tan oscura como cuando uno de sus antepasados capturó a Song Yan.

—Ama —respondió Song Yan—, porque ahora era un espíritu, su voz ya no era tan suave y encantadora como una vez fue, en cambio era ronca y cerosa. Cuando hablaba sonaba como si varias personas hablaran al mismo tiempo.

—Ya sabes Yan, nunca te tomé como una compañera sino como una hermana. Aunque *tos* ya no eres humana, es realmente raro que un espíritu esté tan cerca de ser humano —dijo Gu Yujin, que ahora tenía ochenta años y sabía que después de luchar contra espíritus malévolos toda su vida, finalmente había llegado a su límite. Nunca se casó a diferencia de su padre y abuelo, porque conocía los peligros de ser un maestro celestial, no podía confiar en cualquiera y su línea de vida era demasiado corta. Si no fuera por Song Yan que instiló su energía Yin en su cuerpo, Gu Yijjn estaba segura que hubiera muerto cuando cumplió treinta años.

—Ama, no hay necesidad de que hables más —aunque la voz de Song Yan seguía siendo apática y fría, Gu Yijjn conocía bien a Song Yan, cuanto más fría se comportaba, más molesta estaba. Finalmente, pudo ver algún tipo de emociones en esta mocosa, aunque Song Yan insistía en que ya no tenía emociones después de convertirse en un espíritu, Gu Yijjn sabía que estaba mintiendo.

Song Yan estaba tan cerca de ser humana como un espíritu podía llegar, pero se había acostumbrado a ocultar bien sus emociones. Gu Yijjn nunca vio ningún cambio en el trato de Song Yan hacia ella, Song Yan era educada y cortés como una esclava sería hacia su amo pero para Gu Yijjn ella nunca fue una esclava y su distancia deliberada hizo que Gu Yijin se sintiera molesta, finalmente, Song Yan le mostró un poco de afecto, ¿qué importa si fue en su lecho de muerte?

—Song Yan, no tengo un heredero a quien pasarle tu anillo del alma. Creo que es hora de que tengas la oportunidad que has estado esperando

—Maestro —Song Yan se levantó abruptamente, el qi negro alrededor de su figura humeante parpadeaba inquieto. Sabía que Gu Yijjn estaba llegando a su fin, como un espíritu no le era difícil percibir la muerte, pero en comparación con todos los maestros Gu Yijjn la trató como humana. Algo que nunca sucedió después de la muerte de su primer maestro, no podía evitar sentirse un poco triste por perder a Gu Yijin pero entendía que no podía detener la muerte, si llegaba, llegaba; no podía hacer nada al respecto, ya era un milagro que su energía Yin hubiera podido sostener la fuerza vital de Gu Yijjn hasta ahora.

Song Yan se acercó a la figura marchita de su maestro que envejeció de niña a mujer anciana, y se inclinó lentamente en respeto. "Maestro, la aprendiz le está realmente agradecida... descanse en paz". Gu Yijin se estaba quedando sin tiempo y ella también, su tiempo finalmente se había terminado.

—Sé feliz Yan Yan —fueron las últimas palabras de Gu Yijjn antes de que esta empleara el último de su energía espiritual y una corriente cálida invadiera a Song Yan antes de que el rayo golpeara el suelo sacudiendo la fundación del templo en sí, enterrando todo y a todos dentro en el caos absoluto.

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—¡Song Yan! ¿Estás fingiendo estar muerta? ¡No actúes como si te estuvieras muriendo cuando el coche apenas te tocó, déjame decirte que incluso si mueres hoy... mi hermano todavía no vendrá a verte! —Song Yan escuchó una voz arrogante y familiar antes de que sus ojos se abrieran con dificultad. Cuando abrió los ojos, dos caras familiares se presentaron ante ella, una estaba roja de ira mientras que la otra se había vuelto completamente pálida, como si no pudiera creer lo que estaba viendo.

Song Yan levantó la parte superior de su cuerpo y se sentó erguida, su cabeza le dolía mucho mientras su alma finalmente se asentaba en una forma física después de haber sido un espíritu errante durante tanto tiempo.

—Song Yan, ¿escuchaste algo de lo que dije? Dije que mi hermano no vendrá así que mejor detén este drama...

—¡Cállate! —respondió Song Yan con fiereza, mientras finalmente alzó la vista. Su cabeza le palpitaba como si estuviera a punto de estallar en cualquier segundo y aún así esta señorita rica estaba ocupada haciendo su berrinche. Si no estaba equivocada, este era el día en que se suponía que debía morir, su maestro la envió de regreso justo en el día en que su fuerza vital terminó abruptamente.

—¿Qué me dijiste? —Fu Rong no podía creer que la usualmente tímida y sumisa Song Yan se atreviera a responderle. Song Yan había estado casada con su hermano durante cinco años y nunca se atrevió a mirarla a los ojos ni una sola vez, pero hoy realmente se atrevió a regañarla.

—¡Dije que te calles! —repitió Song Yan fríamente al mirar a Fu Rong. Una vez había bajado la cabeza y aguantado a esta cuñada porque quería tratar bien a los miembros de la familia Fu con todo su corazón, pero ni un solo miembro de la familia Fu, excepto el abuelo Fu, la quería. No podía evitar abofetearse mentalmente por su estupidez, estaba claro que a Fu Rong y a todos los demás en la familia Fu les gustaba Song Lan, pero ella aún estúpidamente mantenía su cabeza baja y los dejaba pisotearla. "¡Escuché lo que dijiste la primera vez, crees que tu hermano es tan preciado que yo, Song Yan, me lanzaré frente a un coche y me mataré? No importa cuán precioso sea, no es tan precioso como mi vida!"

Después de pasar quinientos años como un fantasma, nadie sabía mejor que Song Yan cuán preciosa era la vida. ¡No estar ni muerta ni viva, nunca quiso pasar por eso de nuevo! Ahora que había vuelto, ¡nunca volvería a cometer los mismos errores de antes!