—Mamá, es cierto que golpear el [punto de acupuntura Yuan*1] puede borrar temporalmente los recuerdos... pero, ¿no es arriesgado? ¿Por qué no pedimos ayuda a la Hermana Shuoyue? ¿No sería eso lo más sensato y seguro? —preguntó Liyu con tono inocente.
Frente a la insistente pregunta de su hija, Yumo no pudo evitar sentirse un poco abrumada, así que simplemente acarició la cabecita de Liyu y la consoló con un tono muy 'confiable':
—No hay necesidad. Ella ya se ha olvidado de mí. No es necesario que nos compliquemos. Y Shuoyue está bastante ocupada la mayor parte del tiempo; no deberíamos molestarla.
—¿Qué? ¿La que siempre se queda dormida está ocupada?! —murmuró Limo.
Antes de que pudiera terminar de hablar,
Yumo desvió la mirada hacia la parte trasera del campamento de la familia Rosa Negra, cambiando hábilmente de tema. Comenzó a murmurar torpemente:
—Ah, ahora que lo mencionas, tengo que hablar algo con Xiao hoy. No podré chatear mucho más tiempo...
Diciendo esto,
