—¿Mengxi? ¿Tú? ¡Tú! ¿Qué estás haciendo...? —Cuando Mengxi sostuvo con firmeza su barbilla, Yumo quedó ligeramente atónita, su cuerpo entero sobresaltado.
—Mirando ese bello rostro de cerca, sus ojos carmesíes se llenaron de incredulidad. Con estas palabras y acciones, estaba bastante claro dónde quería besar Mengxi…
—Comparar la fuerza de Mengxi con la de Yumo era como comparar un efímero con un árbol gigante, simplemente no había comparación. Si Yumo quisiera, podría dominar a Mengxi en un instante. Sin presión alguna.
—Sin embargo, en este momento, conforme Mengxi se arrastraba lentamente hacia la chica de pelo negro y pellizcaba la delicada y exquisita barbilla de Yumo entre su pulgar e índice, el aura de la chica de pelo plateado alcanzaba instantáneamente un nivel sin precedentes. Acompañada por su mirada decidida y movimientos inesperados, mantenía firmemente a Yumo en su lugar.
