Hace treinta años
—¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
Con un rugido atronador, el aire tembló, resonando con una ráfaga de luz azul-púrpura intensa. El abrumador poder de Sombra avanzó, engullendo todo a su paso. Los soldados y guerreros fueron arrojados por el aire, sus cuerpos convulsionando por el impacto, la sangre derramándose de sus bocas mientras sucumbían al inconsciente.
Aquellos con habilidades más débiles tuvieron sus almas aplastadas al instante, incapaces de soportar la inmensa presión.
En medio de un mar de miradas ansiosas y desesperadas, surgió una figura imponente. De una altura colosal de ocho metros, el ser gigantesco estaba adornado con una armadura morada oscura, exudando un aura ominosa.
Una niebla púrpura envolvió su figura imponente mientras levantaba una espada blanca pálida y colosal con un movimiento decidido y medido, capturando la atención indivisa de todos los presentes.