—¡Más rápido! ¡Corre! ¡Si no corremos ahora, será demasiado tarde!
—¡Sálvame! ¡No quiero morir!
—¡Apartaos! ¡Soy el Vizconde Aka! ¡Vosotros, plebeyos miserables, haced paso!
—¡Rápido! Padre, olvídate de los bienes. Si no corremos, moriremos a manos de esos sectarios o nos convertiremos en comida para los Demonios Abismales.
...
...
A medida que el cielo se oscurecía por las mariposas sangrientas, ocurrió un fiero choque entre la fuerza negra de Sombra y la abrumadora nube de mariposas de sangre. El efecto ondulatorio hizo que todos en Ciudad Viento sintieran un miedo sin precedentes.
Nadie había esperado que un Rey Demonio apareciera justo sobre ellos.
Un terror incomparable surgió en los corazones de todos en ese momento. Nadie quería morir bajo los repulsivos ataques de los Demonios Abismales. Guiados por el miedo, ¡todos en Ciudad Viento comenzaron a huir frenéticamente!
El orden de la ciudad colapsó completamente en ese momento, ya que no solo los plebeyos huían,