—¿¡Te atreves a cortarme un testículo?! ¿¡Estás buscando la muerte?!
—Lo siento, Su Alteza. ¡No tenía otra opción!
Víctor se postró impotente y con frenesí en el suelo y explicó:
—Las quemaduras e infecciones eran demasiado graves, más allá del punto de recuperación. Si no lo amputaba a tiempo, el terrorífico poder de Sombra en la área infectada seguiría extendiéndose. Para entonces, Su Alteza, ¡podría perder ambos testículos! ¡Ni su pene podría salvarse! ¡Además, su vida estaría en peligro! ¡Lo hice por usted!
—¡Tú...!
Al escuchar las sinceras palabras del médico, Xue Tianao solo pudo mirarlo con ira e impotencia.
—¡Sal de aquí! ¡Sal de aquí ahora mismo, basura inútil!
—¡Sí...!
Ante la airada reprimenda de Xue Tianao, Víctor no tuvo más remedio que tomar su caja de médico y huir avergonzado del dormitorio.
Sin embargo,