—«Quiero preguntar acerca de Bernard.»
Al pronunciar esas palabras Feng Ling,
la expresión de Xue Tianao cambió ligeramente. Tras pensar y mirar hacia una ventana cercana, volvió a colocar su brazo sobre el hombro de Feng Ling.
—«Querida hermana, este no es el lugar para hablar.»
En cuanto terminó de hablar,
una tenue luz dorada se esparció alrededor del cuerpo de Xue Tianao.
En el instante siguiente,
Xue Tianao y Feng Ling desaparecieron abruptamente tras una ola de fluctuaciones mágicas...
—«¿Esto, qué acaba de suceder?!»
El cambio repentino tomó desprevenida a Feng Ling, y no pudo evitar soltar un jadeo. Cuando recuperó sus sentidos, se encontró en la cima del Palacio de las Hojas Caídas con Xue Tianao...
Después de observar la vasta y magnífica vista de la ciudad, Feng Ling giró la cabeza hacia su hermano, aunque no se atrevió a mirarlo directamente a los ojos, enfocándose en sus cejas afiladas en cambio.
—«¿Cuál es la razón para traerme aquí de repente?!»
