—Pareces emocionado —nos saludó Eruha mientras discutíamos cuánto podríamos vender esta herramienta y cuánto podríamos ganar.
—Hablar de dinero siempre es emocionante —me giré y sonreí, dando la bienvenida a mi maestro a quien no había visto en dos semanas excepto durante el desayuno.
De hecho, me ofreció un descanso hasta el Año Nuevo, pero me aburrí de no hacer nada más que jugar con Jade e Ignis, o leer libros. Y mientras todavía había muchos libros para leer—especialmente porque comencé a leer uno escrito en lengua demoníaca—también tenía muchas preguntas sobre lo que escribí. Así que pregunté si estaba bien para nosotros comenzar la lección nuevamente.
Y aquí estaba. Echó un vistazo hacia las herramientas de tallado y asintió. —Dales números realistas —le dijo a Lesta, quien rodó los ojos en respuesta pero no dijo nada.
¿Qué? ¿Peleaban de nuevo? Ah, lo que sea—no quería que discutieran así que dejé a Lesta con Izzi y me acerqué a Eruha en el sofá.
